jueves, 7 de enero de 2010

ANÁLISIS DEL DISCURSO

En las sociedades contemporáneas, los discursos son uno de los objetos esenciales de investigación por parte de los sociólogos. Según algunos autores, la labor de un analista de discurso debe ser la de describir las regularidades de las realizaciones lingüísticas empleadas para comunicar significados e intenciones

Pero además de describir, el investigador debe comprender e interpretar el discurso. Los discursos como líneas de enunciación simbólica realizados desde posiciones sociales no sólo deben ser tíomprendidos y descifrados por los receptores: también están destinados a ser valorados y apreciados (signos de riqueza) y creídos y obedecidos (signos de autoridad) . Al conocimiento de la estructura y organización del texto (significantes) se debe añadir la profundización en los significados presentes en el mismo (análisis semántico-simbólico), lo que implica la necesidad de una teoría de la interpretación.
Hay un autor que, aunque identificado con el estructuralismo (y con el postestructuralismo
en su última etapa), es capaz de proporcionamos claves útiles para trascender los límites del texto y alcanzar a la sociedad. Se trata del gran semiólogo "francés Roland Barthes. Su planteamiento es un análisis que, en sus versiones más formalizadas, se encuadra en un ámbito más semiológico que sociológico, más lingüístico que próximo a un análisis de contenido. En ocasiones esa formalización es tan excesivamente precisa y detallada' que en ningún caso podría
adaptarse a los objetivos de una investigación sociológica. Por otra parte, su método evolucionó notablemente a lo largo del tiempo: no coinciden así ni las
técnicas ni el objeto de investigación de sus Mitologías con las del Sistema de la Moda; tampoco las del Análisis estructural del relato de Barthes.
El propio Barthes las indica en su singular obra Roland Barthes por Roland Barthes una primera etapa con influencias de Sartre, Marx y Brecht, caracterizada por un deslumbramiento por el lenguaje y por las mitologías sociales; una segunda época eminentemente semiológica tras su aproximación a Saussure, de carácter más cientifista; y un período final en el que el objeto de sus investigaciones se centra en el texto, su análisis y deconstrucción.

Los trabajos e ideas del autor francés pueden ser útiles para un sociólogo interesado en investigar discursos sociales. Es verdad que Barthes ha sido atacado por los lingüistas por la equivocada utilización que, en ocasiones, ha hecho de conceptos corrientes manejados en lingüística (signos, sistemas de signos, metalenguajes).
Realmente, sus pretensiones formalistas no se corresponden con un método riguroso, especialmente en su primera etapa de las Mitologías, y ha sido muy criticado por ello . Sin embargo, puede ser reconocido como un eficaz semiólogo no formalista que aporta interesantes perspectivas dentro de la psicología social y la sociología. La obra de Barthes, tanto en sus inicios menos formalizados como en desarrollos posteriores, va a proporcionar intuiciones válidas para una posible metodología de análisis del discurso.

El propósito de este articulo es explicar de una manera bastante general el concepto de discurso. Esto tiene que ver con los más recientes estudios en lingüística relativos al estudio sistemático del aspecto comunicativo del lenguaje que excede las preocupaciones anteriores orientadas fundamentalmente a la descripción de la lengua en ios planos fonológico, gramatical y léxico.

El lenguaje ha sido explicado y definido como un medio de comunicación social cuyos constituyentes son los actos de habla, es decir, el uso que de la lengua hace cada individuo para fines comunicativos. El análisis del discurso es el estudio de los actos de habla. Esto es, el análisis lingüístico de la combinación y conexión de expresiones para exteriorizar los actos comunicativos. Cuando leemos o escuchamos un texto que contiene más de una expresión, se puede determinar si constituye una porción de discurso o son sólo oraciones desconectadas.

Todo discurso o texto está integrado por dos o más oraciones, pero para que este conjunto de oraciones pueda ser considerado 'discurso', necesita tener como condición básica coherencia y cohesión. Son. en consecuencia, estas dos características las estudiadas por el análisis del discurso.

Un texto o discurso es producto de la actividad verbal. Se presenta como un todo coherente cuando sus distintos componentes están conectados. Esto es, cuando un hablante en virtud de su competencia comunicativa, su intencionalidad y características individuales estructura ciertos contenidos y las relaciones entre éstos mediante técnicas o procedimientos de cohesión. El hecho de que en un texto los elementos estén conectados, produce un discurso que mediante ciertos procedimientos léxico-gramaticales se manifestará como un iodo cohesionado.

La coherencia es una propiedad del texto de carácter global: se da en todo el discurso. Un discurso es globalmente coherente cuando podemos asignarle un tema: decir de qué se trata, cuál es el asunto. Dos oraciones contiguas de un discurso pueden ser coherentes, pero no serlo del discurso del cual forman parte. Es decir, es el texto en tanto unidad comunicativa el que se presenta al destinatario como coherente o incoherente. Pero hay dos tipos de coherencia: la lingüistica y la pragmática.

La pragmática surge en virtud de las relaciones que el texto establece con el contexto y la realidad referida. Hay que considerar, además, que si bien la coherencia parte del emisor es asignada al receptor a través de la interpretación que él hace del texto.

Desde un punto de vista estrictamente lingüístico, hay oraciones en que no hay concordancia, pero sí la hay. sin embargo, desde un punto de vista pragmático. Todo discurso necesita tener coherencia pragmática. Algunos tienen, además, coherencia lingüística.

La coherencia se logra mediante cienos fenómenos como las presuposiciones, la distribución de la información y la conectividad.

La conectividad o conexión es una propiedad de las lenguas para generar textos coherentes y puede definírsela como la interdependencia de frases o secuencias de frases. Esto se logra porque las frases tienen el mismo tópico textual (o semejante); porque existe una relación entre los hechos, propiedades o individuos de los que se habla en cada frase.

También porque existe una relación de los enunciados entre sí y con la situación comunicativa.

La conectividad es un fenómeno que pertenece a la estructura profunda y es de carácter lineal. Esta linealidad permite diferenciarla de la coherencia y definirla como un fenómeno que posibilita la formación de textos coherentes. Se distingue de la cohesión porque ésta se refiere a la conexión de los elementos en la estructura de superficie. Es decir, es la manifestación superficial, el resultado de la conectividad.

Existen dos grandes categorías: los producidos por dos o más locutores y los que son producto de un locutor único.

En el primer caso tenemos discursos conversacionales. Los producidos por un solo locutor se subdividen en tres categorías:

a) narrativos;

b) descriptivos

c) argumentativos.

  • Los narrativos presentan una secuencia de sucesos y tienen una dimensión temporal porque ciertos elementos del relato ocurren antes o después de otros. No debe confundirse este tipo de discurso con ningún género literario en particular. Un mismo discurso narrativo en estructura interna puede aparecer en la superficie en forma de noticia periodística, de cuento, de poesía, de novela, de pieza teatral.

  • Los discursos descriptivos, por el contrario, carecen de dimensión temporal. Constituyen la suma de una serie de elementos calificativos o informativos.

  • Los argumentativos tienen una estructura más específica: una hipótesis, argumentos y conclusiones. Son muy usados por la ciencia, pero también hacen uso de él las Ciencias Sociales y las Humanidades. En especial la lógica y la filosofía. Su propósito es demostrar algo mediante premisas, razonamientos y pruebas.

Bibliografía:
Internet:

  • www.humanidades.uach.cl/documentos.../docannexe.php?id=494
  • http://www.anuies.mx/servicios/p_anuies/publicaciones/revsup/res043/txt7.htm
  • http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2216537

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